“Contemplar la transfiguración o vivirla no es suficiente. Hay que bajarse de
la montaña y seguir caminando junto al Maestro. Cada uno de nosotros puede
contar con riqueza de detalles los recuerdos del paso de Jesús por nuestras
vidas. Transfigurados con él, también debemos ser signos de resurrección para
muchas realidades en nuestro mundo que yacen en la inercia y la mediocridad”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario